26.9.09

Decepcion

Considero que no soy una bruja mala. Tengo en mis adentros todo el amor que le prodeso a esa gente especial, pero hay quienes no lo valoran.

Pensandolo bien pueede ser que yo misma propicie que me ignoren. Me abstraigo del mundo por tiempo indefinido, tanto así que hay una hada que ya ni me conoce, y dos chicos multicolores me despidieron de su casa, de sus vidas.

Me pase mucho tiempo pintando mi propia piel con los colores que esos muchachos ofrecían para mí, mentras tanto yo le regalaba cuentos, canciones, sonrisas y bailes. Los tres juntos pasábamos tardes inolvidables conociendo el mundo, un mundo paralelo a este, como tantos mundos hay. Un universo lleno de milagros que nosotros obrábamos con nuestras manos; los continentes de ese mundo maquillaban su piel con múltiples tonos y cada uno de los países quería haer un cambio en su cabelera. Pasábamos por las ciudades y en todas ellas quedaba la huella multicolor, bailarina y sonriente de nuestra presencia.

Todo aquello ha terminado.

En mi piel ya no habrá colores.

En sus oídos ya no habrá cuentos.

De nuestros rostros desaparecerán las sonrisas compartidas.

21.9.09

Pimienta

Divina...

Merilyn


Tu presencia y la mía en cálidas tierras del norte...

Bellos momentos

Saborío


Sin presenciar ninguno de tus omentos, me he sentido parte de ellos.


La casa del vicio

Ayer estaba fumando el utlimo cigarro en la que fuera mi casa durante un mes, estaba disfrutando de la última noche en ese inmueble, en compañía de mis nuevos compañeros de vicio.

Mientras el cigarro se consumía, recordaba cada uno de los momentos que vivi no en esa casa, sino en una casa mágica, que no consistía de cuatro paredes, sino de toda una ciudad, de múltiples lugares, con mis compañeros de vida; recordaba como una hada me hablaba al oído, un chico con Sabor me pasaba su cigarro y su cerveza y me dejaba probarlo, y un hombre con casa blanca me enbadurnaba su pintura en los muslos.

Ésa fue mi mágica, la de la perdicion total entre teatro, música y letras...

Mi casa del vicio


18.9.09

Para acallar la lujuria

Ayer salí a la calle, de verdad no me apetecía estar encerrada en casa.
Me puse mi disfraz y más pronto que chaz tenía una víctima.
¿cómo lo hice?

Me calcé de zapatillas y maquillé mi rostro como el de una bailarina exótica. Salí de mi choza y me dirigí al centro contoneando las caderas, mostrando mis atributos entre el ir y venir de mi caminar. Pronto una mirada me seguía e inicié el juego, una mirada para él, una para el suelo, una sornrisa tímida a él, y luego el suelo.
Él se lanzo al ataque, ¡pobrecito animal, creyó que yo era la presa!.
En poco tiempo nuestros brazos estaban fundidos en un largo beso, nuestros labios estaban olfateando el exquisito olor a intimidad y nuestro olfato lamiendo cada pliegue de piel.

"¡Dame más duro!" gritaba yo, poseída por el demonio de la lujuria.
¡Zaz! una cachetada para él; ¡Pum! una nalgada para el.

Mis piernas gritaban mi segundo orgasmo y mis labios se tensaban de placer.

- ¿Terminaste?
- Aún no.
- Qué lástima porque yo si. Te vistes y te vas.

¿Me abandono la juventud?

No tengo la cabeza cubierta de canas
No me duelen las manos cando agarro mi taza
Mi cara no está surcada por las arrugas
No tengo cicatrices causadas por los años
No camino jorobada
No tengo hijos
No tengo nietos
No hay una enfermera junto a mi cama.
Pero mis amigos me miran diferente
No tengo ganas de levantarme
Ya no juego con los niños
No me sorprende el brote de una flor
No lucho por lo que quiero
Ya no sé ni lo que quiero
Me duelen los dedos al tomar un lápiz
Porque las ideas no viene a buscarme
No me despierto a media noche
Nada me quita el sueño
Nada me preocupa
Nada me emociona.

¿Me abandono la juventud?



Esta guardada en el cajón.