11.12.09

Sigo en esa ciudad abrumadora. Las calles se ven vacías a las cinco de la tarde y no hay nada por hacer. He dejado la casa del fulano por fin. Ayer pasamos el dia juntos y por fin pudmos conversar, aunque pensandolo bien fue más un monólogo de él que una conversación. Hablamos de sus planes de boda, de su hijo, de su ex mujer, de su infancia, de muchas cosas. Yo me dedicaba a observarlo. No es un hombre modelo (nadie lo es) pero mientras él hablabapude comprender que era hermoso a su manera. Las arrugas surcan su cara, sin embargo, es un niño, más bien un adolescente.
No he de negar que es un hombre hermoso, y ahora se ve muchísimo más atractivo que la primera vez, sus ojos  dicen más de lo que su boca podría, debajo de ellos cruzan tres arrugas hacen su expresión más interesante; su estatura promedio no es limitante para que a las mujeres grandes les llame la atención, sus brazos y piernas están torneados por el ejercicio, y sobre su espalda lleva tremendas alas de demonio que me encanta repasar con mis dedos. Definitivamente es bello.
Sabe cómo tratar y embaucar a las mujeres y eso es su gran virtud, pero también un gran defecto.

Esta semana me di cuenta de que tengo fijación  por los hombres de su tipo. He de buscar algo bueno y saludable para mi vida.

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