15.6.11

La propuesta

Después de una intensa discusión acerca de nuestros gustos en cuanto a arte, él con sus teorías, yo con mi romanticismo, ambos con cinco cervezas encima y sin ponernos de acuerdo, decidimos tomar cartas en el asunto. Yo comía una fruta.
- Esta conversación no nos lleva a ningún lado. Creo prudente que empecemos a ceder.
- ¿En serio? ¿Cómo qué podríamos ceder?
- Primero que nada podríamos cambiar esa fruta por mis labios- me besó- después como personas maduras, podríamos establecer una mesa de diálogo. El pueblo no tiene por qué enterarse.
- Puede ser, sólo si me prometes que ninguna información se filtrará a la prensa.
-¡Por supuesto que eso no pasará! Estamos evitando a los paparazzis ¿no?
-Me parece perfecto. ¿Qué propones?
- Propongo que nos terminemos esta cerveza- la sexta- y que vallamos a un lugar privado, donde ningún flash nos vaya a descubrir. Así podremos hablar con claridad y librarnos de ataduras y tal vez de tus jeans. ¿Qué dices?

Dos minutos después salimos del lugar.
Quince minutos después estaba en casa. La mesa de diálogo duró tan poco que no supe si resolvimos el conflicto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario