19.2.10

El verdugo

Las fauces de mi infierno han sido abiertas y ahora me quieren consumir con  sus ávidas llamas.
Los sentimientos más profundos de mi corazón quedan al descubierto cuando el cuidador de mi infierno sale a dar una mirada.
Todo lo que la gente no sabe de mi lo sabe mi peor enemigo, y con el poder del saber me hace see la peor persona del mundo, me hace sentir pero que la basura, que la escoria, me hace sentir como nada, como si la peor de las mujeres, junto a mi, fuera una verdadera reina.
El cuidador de mi infierno es mi enemigo, lo peor es que cuida mis más profundos secretos, las confesiones de un alma tan perversa como la mía, donde la inocencia no ha pisado nunca, donde el amor tiene ese lugar jamás ocupado, donde la alegría llegó por error, y cuando se dio cuenta de su equívoco salió corriendo.
El cuidador de mi infierno vive conmigo cada nuevo día y se convierte en mi verdugo al anochecer, me tortura y no me deja vivir, el cuidador de mi infierno.
Yo misma.

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