Todo da vueltas. Me duele la cabeza. Necesito aire, aire fresco. Salgo corriendo a la calle por un poco de libertad. Todo mundo está preso, las paredes se estrechan y yo me voy quedando sin respirar. Corro rápido, intento huir lejos. Las calles frente a mi se ven anchas pero mientras avanzo se van cerrando detrás de mi. Esta presión me va a matar.
¡Ring!
Suena el despertador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario