29.4.11

Capítulo 1: Septiembre


Nos encontramos por primera vez en una casona vieja del centro histórico. Yo estaba en ropa deportiva y camiseta porque estaba afanada en las labores de limpieza. Esa casa estaba destinada a ser una galería de arte y algunas de sus obras serían colgadas en la inauguración del lugar. Llegó acompañando a otro artista que  se encargó de presentarnos. Estuvieron solamente cinco minutos y él sólo dijo su nombre y un adiós. La segunda vez que lo vi fue en el taller de los artistas. Estaban todos reunidos alrededor de una amplia mesa de trabajo seleccionando las obras que serían colgadas en la galería. Mery y yo fuimos a verlos porque queríamos enterarnos de las dimensiones de los trabajos para tener una idea de dónde los colocaríamos. Todo mundo hablaba, yo no sabía nada de lo que estaban hablando así que me limité a callar y observar. Por su expresión pude adivinar que él tampoco sabía nada. Me invitó a sentarme en un tronco que estaba en el suelo, junto a él.  Transcurrió media hora y salí de ahí aturdida por el humo de la marihuana y tanta conversación. Me enteré que en ese taller se había decidido el nombre de la galería.  Lo volví a ver una semana después. Lo forzaron a ayudarme a pintar un cuarto, ése fue el primer día que hablamos. Me contó que leía poco pero que le gustaba lo que había leído, se declaró fan de Bukowsky y de Cervantes. Tuvimos una amena plática y cuando hubo terminado de pintar su pared se fue. A partir de esa tarde de mediados de septiembre tuve la certeza que nos veríamos seguido.

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