11.1.11

Tiroteo en el zócalo.

Nadie tiene un manual para hacer que las cosas funcionen a la perfección. A veces me siento cansada de que las cosas salgan más, pero una noche fría (no, no fue anoche) alguien me dijo que todavía estoy en edad de hacer pendejadas. ¿Será cierto? ¿Cuándo se termina esa edad? 
Hoy no me preocupa la escuela, ni la renta, ni la soledad. Hoy me preocupa que a las doce de la noche cuando camine de regreso a casa se desate un enfrentamiento en pleno zócalo y me quede atrapada en medio. ¿Por qué me habría de preocupar? No dejo nada pendiente más que el pago de la renta de la cabaña. Tendrán que decirle a mi casero que me morí y no dejé ni un puto centavo en la mesa de noche. Que me lo apunte para la otra vida.

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